Mis niños,
a veces la vida nos guarda un susto detrás de una esquina, en una carretera o en un tramo de escaleras.
Fuisteis testigos del accidente que tuve ayer a la salida del cole.
¿Sabéis? El instinto de protección de los maestros hacia sus alumnos es como el de los padres hacia sus hijos. Y vosotros no os dais ni cuenta. Os hacemos la vida más fácil con quitamiedos en las camas, tapaenchufes en las paredes o cubreesquinas en los muebles, y nos lanzamos hacia vosotros para evitaros cualquier contratiempo. Y algunas veces, sin poner atención a nosotros mismos. Y eso fue lo que pasó. Pero no os preocupéis. Estaré pronto ahí. Quered a los maestros que están con vosotros, portaos bien y escuchadlos igual que hacen ellos con vosotros.
Yo seguiré poniendo aquí el trabajo para casa y las novedades. Los profes me los van pasando.
Saludos a los papás.
Os quiero.
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